Un exitoso balance realizaron los distintos participantes en el VIII Encuentro de Ópera Latinoamérica, que se desarrolló entre el viernes 27 y el domingo 29 de mayo en Ciudad de México. Entre los logros alcanzados destacan más de una decena de acuerdos de colaboración, el compromiso de institucionalizar OLA para que tenga personalidad jurídica y la incorporación de dos miembros mexicanos y dos españoles a la organización.

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En la sesión de clausura de la reunión, Darío Lopérfido –presidente de OLA, ministro de Cultura de Buenos Aires y director artístico del Teatro Colón de la capital argentina­– reiteró la relevancia cultural de México, país que además de servir como sede al encuentro regresó definitivamente a la asociación a través de su miembro fundador, la Ópera de Bellas Artes, y dos nuevos integrantes, el Teatro del Bicentenario, de León, Guanajuato, y la Universidad de Guadalajara. En la ocasión, Lopérfido resaltó además la incorporación formal de dos miembros españoles: el Auditorio de Tenerife y los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, así como el progreso para la próxima afiliación del Teatro Real de Madrid. Representantes de los tres foros españoles participaron en la reunión, que ya confirmó el lugar de su próxima edición, que se llevará a cabo en 2017 en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, de Bogotá.

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Según destacó Lopérfido, en el encuentro se consolidó la política de creación de audiencias, que debería afianzarse con el seminario que será impartido en agosto próximo en el Teatro Solís de Montevideo. También resaltó la decisión de formalizar los estatutos para que OLA adquiera personalidad jurídica a través de la figura de asociación en el sistema chileno –ya que la oficina principal de OLA está ubicada en Santiago de Chile–, y así comience a funcionar en lo que se constituye en organización no gubernamental –trámite que demora mucho más tiempo– y pueda ser candidata a recibir fondos, apoyos y subsidios internacionales.

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Por su parte, refiriéndose a otro de los temas abordados en el encuentro, el uso de la tecnología, la directora ejecutiva de la agrupación y directora de Desarrollo Institucional del Teatro Municipal de Santiago, Alejandra Martí, comentó que las estrategias presenciales y virtuales son complementarias, porque finalmente el objetivo es llevar público a las actividades en los distintos teatros. “En el caso del Teatro Municipal de Santiago, la estrategia digital está totalmente enraizada con la programación, las redes sociales y el sitio web. Por lo tanto, nuestra audiencia digital siempre se canaliza para que asista a un evento gratuito en el Teatro; compre una entrada, por muy barata o muy cara que sea, o acuda a una gira fuera de la sede”.

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Entre los acuerdos de colaboración entre teatros alcanzados en el encuentro, destacan: la producción de la Ópera de Bellas Artes para Muerte en Venecia de Benjamin Britten, bajo la dirección escénica de Jorge Ballina y presentada en el Teatro Julio Castillo en 2009 y en el Palacio de Bellas Artes en 2012, se ofrecerá en 2018 en el Teatro Colón de Buenos Aires; y Frédéric Chambert, director general del Teatro Municipal de Santiago, confirmó la coproducción de Lulú, de Berg, con dirección escénica de Mariame Clément; Jenufa, bajo la dirección de Jorge Lavelli, y La sombra de Wenceslao de Martin Matalon, basada en la obra de Copi y también dirigida por Lavelli. A su vez, ambos teatros presentarán la producción Rodelinda del Teatro Real de Madrid, bajo la dirección de Claus Guth.