Entre las históricas calles, iglesias, conventos, museos y plazas de Quito, se desarrollará el  primer Foro de comunicación y audiencias del 23 al 25 de octubre en el Teatro Nacional Sucre

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Escoltada de poderosas montañas y volcanes andinos a 2.800 m sobre el nivel del mar, la espectacular ciudad antigua de Quito se extiende en sus 320 hectáreas como el centro histórico preservado más grande del continente. Entre sus calles, podrás encontrar 40 iglesias y capillas, 16 conventos y monasterios con sus respectivos claustros, 17 plazas, 12 patios de conventos y refractarios, 12 museos e innumerables patios.

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Muchos de sus edificios han resistido siglos los embates de la naturaleza,  y hoy son el hogar de un tesoro lleno de riquezas artísticas, culturales e históricas, cuidadas a través de los siglos. UNESCO reconoció este hecho en noviembre 1978 cuando declaró a Quito como el Primer Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.

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Las autoridades de Quito celebraron el vigésimo aniversario de este nombramiento transformando al Centro Histórico, recuperando sus elegantes espacios públicos, su grandiosidad y legado. Nuevos museos han sido inaugurados, mansiones restauradas, centros culturales, restaurantes, hoteles y cafés abiertos. El corazón de la ciudad late con vigor renovado, vida cultural y orgullo, mientras que sus ciudadanos y visitantes gozan de sus extraordinarias atracciones. A pocos meses de celebrar los 40 años del nombramiento, y gracias a estos esfuerzos, la joya de la corona ecuatoriana brilla hoy más que nunca.
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La Basílica del Voto Nacional es el lugar perfecto para iniciar el recorrido del Centro Histórico de la ciudad. Es la iglesia neogótica más grande de Latinoamérica, la característica más importante de su fachada, son las gárgolas, que mantienen una relación directa con su diseño. Es, además, un mirador estratégico del Centro Histórico y el norte de la ciudad.
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Se levanta en el corazón del tradicional barrio de San Juan, sobre lo que fuera la loma sagrada de Huanaucari en épocas precolombinas. Desde los balcones de sus torres se domina la vista de casi toda la ciudad, así mismo como también se le  puede reconocer a varios kilómetros de distancia.
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Su arquitecto fue el francés Emilio Tarlier, quien realizó los planos de 1890 a 1896, fue bendecida por el papa Juan Pablo II en 1985 e inaugurada oficialmente en 1988. Aunque tiene un aire de construcción inconclusa, uno de sus encantos además de su majestuosidad son los vitrales y gárgolas que incorporan especies emblemáticas del país como iguanas, caimanes, galápagos e incluso piqueros de patas azules.

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No dejes Quito sin visitar la Casa Museo Alabado, donde una fascinante colección de arte precolombino te espera Es uno de los grandes atractivos de la ciudad, y está situado en una residencia casi mítica, frente a la cual los vecinos se persignaban al caminar por el dintel de su portón principal donde se lee “¡Alabado sea el Santísimo Santo!”. Más de cinco mil piezas que abarcan un enorme legado de hasta 3000 años anteriores a la llegada de los españoles, se muestran en una exposición permanente de gran curaduría y elegancia. Es considerado uno de los más museos más hermosos del Ecuador.