Werther, producción del la Ópera de Colombia se estrena en el Teatro Solís de Montevideo
Llega al Solís con la dirección de escena de Alejandro Chacón la superproducción de Ópera de Colombia: Werther de Jules Massenet, junto a la Orquesta Filarmónica de Montevideo, bajo la dirección musical de Martín Jorge y la actuación del tenor Jonathan Tetelman como «Werther»
La novela epistolar «Los sufrimientos del joven Werther» de Goethe, publicada en 1774, se convertiría en un auténtico manifiesto del espíritu decimonónico: el personaje principal encarnaba a la perfección el sentimiento trágico de la vida. El compositor francés Jules Massenet quedó tan fascinado por este personaje, que en 1892, inspiró una de sus obras más famosas: Werther.
Previo a su estreno en el Teatro Solís de Montevideo, conversamos con el Regisseur y Director Artístico de la Ópera de Colombia, Alejandro Chacón, sobre el desafío de representar el clásico de Massenet.
¿Cuál fue el punto de partida para su puesta en escena?
Cuando empezamos a trabajar con Nicolás Boni en la producción de Werther nos basamos, sobre todo, en el hecho de que se trata de una novela epistolar, y la posibilidad de tener la referencia de fragmentos de la novela omnipresentes, nos entusiasmó. En especial aquellas cartas que de alguna manera respetaron los libretistas de la ópera, y las utilizamos en los momentos en que se mencionan en la ópera.
Finalmente, la escenografía terminó siendo una sucesión de cartas que se apilan y conforman los distintos ambientes. En especial los dos primeros actos que transcurren en espacios abiertos, para el tercero, la casa de Charlotte, escogimos una carta cerrada con la firma de Goethe como pared de la habitación con unos únicos elementos de utilería, una mesa donde está la famosa pistola de Albert, los libros, las cartas y una silla.
Para el dramático cuarto acto que se inicia con el disparo con el que se suicida Werther, usamos el texto de la carta de despedida de Werther a Charlotte, pero arrugada y ensangrentada.
A la hora de decidir en qué idioma la pondríamos, descartamos el alemán original por ser demasiado críptico, y la versión española por demasiado obvia; preferimos la versión francesa, que es la que manejaron los libretistas y que de todos modos gran parte del público iba a entender.
También mantuvimos las estaciones que se mencionan en la novela, primer acto en una apacible noche de verano, el segundo en una mañana de otoño y los últimos dos en la noche de navidad.
Esta proposición nos permitió hacer los cambios en forma rápida, y lograr tener un solo entreacto al final del 2° Acto.
También en acuerdo con Adán Martínez, el vestuarista, decidimos mantener la época del vestuario en el año en que transcurre la acción de la novela.
El vestuarista Uruguayo Adán Martínez Francia, falleció en Bogotá en abril pasado. La Ópera de Colombia atesora los trajes que con tanto cariño diseñó y realizó durante los últimos veinte años, y en estos días se acaba de estrenar su trabajo póstumo: El Caballero de la Rosa de Richard Strauss, en una producción que se podrá ver el año próximo en el Municipal de Santiago de Chile.
¿Cómo definiría la estética de su Werther?
Esta es una ópera intimista, donde el drama se centra principalmente en la figura de Werther y a partir del tercer acto en Charlotte, rol que los libretistas desarrollaron más, con respecto a la novela escrita en primera persona. Por la misma razón tratamos de mantener ese carácter, sin distraernos en agregar otros personajes, que consideramos innecesarios en nuestros días.
¿Qué es para ud lo más poderoso de la obra de Massenet?
La emoción que logra transmitir al público con su música, no conozco nadie que no sienta un nudo al presenciar la angustia de esa pareja ante un amor imposible, y a no pocos se les escaparán unas lágrimas.
¿Por qué Werther es una de las obras líricas más famosas y al mismo tiempo tan difícil de representar?
Por la exigencia vocal para el tenor y la mezzo. En realidad el tenor tiene tres arias difíciles, una de ellas “pourquoi me réveiller” muy famosa, y cuatro duetos con Charlotte, y a la mezzosoprano Massenet le pone tres arias seguidas en el tercer acto seguidas del difícil dueto con Werther y toda la escena final donde como el tenor está muriendo ella lleva la parte más dramática.
SOBRE ALEJANDRO CHACÓN
Argentino formado en el Teatro Colón de Buenos Aires. Radicado en Venezuela desde 1982 debuta en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, con la dirección escénica de las óperas La Bohème, Norma, Madama Butterfly, Rigoletto e Il Barbiere di Siviglia.
Para la Ópera de Colombia donde reside desde 1995, pone en escena Il Barbiere di Siviglia en tres versiones, Madama Butterfly en dos versiones, Viva la Opera, La Vie Parisienne de Offenbach, La Fille du Régiment, Una Noche en Venecia de Strauss hijo, Roméo et Juliette, Rigoletto, Lucia di Lammermoor, Les Contes d’Hoffmann, Don Giovanni, La Traviata en dos versiones, Don Pasquale, La Bohème, Le Nozze di Figaro, Don Carlo, Manon de Massenet, Tannhäuser con la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela dirigida por Gustavo Dudamel en su primer Wagner, Turandot, Der Schauspieldirektor, Werther, La Cambiale di Matrimonio, Fidelio, Orphée et Euridice, Falstaff y acaba de estrenar Der Rosenkavalier.
Ha trabajado en el Municipal de Chile, el Teatro Colón de Buenos Aires, el Teatro Municipal de Sao Paulo, el Festival Amazonas de Ópera en Manaus; el Festival de Caramoor en New York, Ópera de Medellín; el Teatro Nacional de Costa Rica, el Palacio de Bellas Artes de México, el Teatro Sucre de Quito; en Canadá para l’Opéra de Québec; es jurado en los concursos de canto de Lima y Trujillo en Perú; en el Teatro Solís de Montevideo con Falstaff y regresa este año con Werther; en España en el Teatre Principal de Mahón y el Villamarta de Jerez
Fundador del taller de ópera de la Universidad Central desde 2007 con quienes montó diversas óperas, muchas de ellas estreno para Colombia, como Il signor fagotto, I due Figaro y Orphée aux enfers para festejar los 10 años del Taller de donde han salido los nuevos valores de la lírica.
SOBRE WERTHER
La ópera comienza en pleno verano, cuando el viudo alguacil Le Bailli comienza a enseñar a sus hijos más pequeños una canción navideña para el próximo invierno. Charlotte, la hija mayor de Le Bailli, se prepara para asistir a un baile local. Como su prometido Albert está fuera, en viaje de negocios, será el melancólico y joven poeta Werther quien la escolte al baile. Cuando regresaron del baile entrada la noche, Werther ya está enamorado de Charlotte y le declara su amor. Ella, quien también se siente atraída hacia Werther, recuerda que prometió a su madre moribunda casarse con Albert.
Tres meses más tarde, Charlotte y Albert ya están casados. Werther, melancólico y apasionado intenta hablar con Charlotte. Ella le ruega que no intente verla más hasta Navidad. Werther sopesa la idea del suicidio, al tiempo que Albert se da cuenta de que Werther ama a Charlotte.
Cuando llega la Nochebuena Charlotte está en casa releyendo las cartas que Werther le ha enviado, preguntándose cómo estará el joven poeta y cómo ella tuvo la fuerza para alejarlo. De repente, aparece Werther y mientras él lee su poesía, se da cuenta de que ella corresponde a su amor. Se abrazan un momento, pero ella pronto le despide. Él se marcha con pensamientos de suicidio.
Albert regresa a casa y encuentra a su esposa inquieta. Cuenta a Charlotte que Werther le ha enviado un mensaje pidiendo prestadas sus pistolas y explicando que se va a ir a un largo viaje. Charlotte siente una terrible premonición y sale corriendo en busca de Werther. Cuando llega a su casa, él ya se ha disparado y está muriendo. Ella le consuela declarandole su amor. Él le pide perdón y después, muere.