“La música clásica es un lenguaje absolutamente vigente” afirma el reconocido Director de Orquesta quien  este 02 de agosto debuta en el Hollywood Bowl

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Paolo Bortolameolli, actual director asistente de Gustavo Dudamel en la Filarmónica de Los Ángeles no se detiene un segundo.  Inició sus estudios de dirección en Santiago de Chile y luego debutó el 2013 en el Municipal al frente de la Orquesta Filarmónica de Santiago, presentación que deleitó tanto al público como a la crítica, recibiendo una mención especial por parte del Círculo de Críticos de Arte. Continuó su carrera dirigiendo en distintos teatros de Latinoamérica, España y Estados Unidos. Fue semifinalista en el Concurso Mahler el 2016 y  director invitado de la Orquesta Joven de las Américas el año 2017.
Destacado por su carisma, cercanía e interés por llevar la música a distintos niveles de comprensión por medio de un trabajo con los públicos y las nuevas audiencias, el director chileno conversó con Ópera Latinoamérica el día antes de su estreno en el Hollywood Bowl.

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Eres el primer chileno que debuta en el Hollywood Bowl. ¿Cuál crees que será el impacto en tu carrera?
La verdad es que es difícil hacer un pronóstico respecto al impacto que pueda tener este concierto. Yo creo que de alguna forma es el resultado de una estadía prolífica, en el tiempo que he trabajado con la Filarmónica de Los Ángeles. Justo hoy recordando hacia atrás, la primera vez que estuve en ese hall fue en enero del año pasado, y todo lo que ha pasado desde entonces ha sido super vertiginoso. Cuando partí como Dudamel Fellow, después como asistente oficial, y ahora me invitan a participar en este concierto. Es como mi primer paso importante, oficial y artístico al frente de esa orquesta, el mismo Gustavo tuvo su primer contacto con la orquesta dirigiendo en el Hollywood Bowl.
Eso ya me ha puesto en el radar, ahora la gente sabe quién soy, las redes sociales de la Filarmónica son una herramienta super poderosa, tomando en cuenta la importancia que tiene esta orquesta en Estados Unidos y en el mundo, entonces todo lo que ellos hagan y todo los que tengan que ver con ella se sabe. Yo he podido ver este impacto, ya he tenido conversaciones con otras orquestas americanas para ir a dirigir como invitado el próximo año.
Todas estas cosas que antes no habían ocurrido, de hecho están pasando y bastante rápido, y al mismo tiempo, el impacto que pueda tener este concierto es como una escalada. Cada nuevo hito de alguna forma tiene su resonancia bastante clara. Ojalá que tenga alto impacto, por lo pronto lo estoy disfrutando muchísimo, porque de verdad mirando hacia atrás ha pasado todo tan rápido y ahora ya mañana estamos debutando en este escenario importantísimo con esta orquesta a la que le tengo tanto cariño.

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¿Cuáles son tus próximos proyectos en Chile y en el resto del mundo? ¿Tienes planes de dirigir ópera próximamente?
La verdad es que no tengo planes de dirigir ópera prontamente, aunque me encantaría ya que me gusta mucho la ópera. Yo crecí escuchando mucha ópera, su repertorio estaba siempre sonando en mi casa. Sobretodo mi papá muy amante de Carmen, y a mi mamá siempre le gustó la ópera, por esto lo que más se escuchaba en mi casa era ópera.
Curiosamente, me fui por el lado sinfónico, que lo disfruto enormemente, pero la ópera es una repertorio que está en mi cabeza, por haberlo escuchando desde muy niño. Así que no es porque no quiera la verdad, yo encantado de dirigir ópera, me gusta además la experiencia de dirigir ópera, es tan completa, tan rica, tan variada, es tan entretenido el proceso, trabajar con tanta gente, trabajar con tantos elencos, con tantas áreas simultáneamente. Además se combina muchísimo con mi propio gusto con lo teatral, dramática y cinematográfica. A mi me encanta el cine, he hecho desde pequeño quería ser director de cine, me gustaba esa cosa de estar metido en todo, en el guión, en la producción, en la postproducción, en la edición, en la búsqueda de la música. Y de hecho no dista mucho de la ópera, en el juego transversal de muchas áreas artísticas simultáneas.

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El cargo de asistente dirección fue renovado para tu segundo año. ¿Por cuánto tiempo se puede extender este? ¿Cómo ha sido este año de trabajo con Gustavo Dudamel en una orquesta de tan alto nivel como Filarmónica de Los Ángeles junto a la cual actúan los más importantes y directores solistas del mundo?
Ha sido renovado por otro año más, la verdad es que el cargo en sí mismo no tiene fecha de caducidad, ni tampoco tiene una fecha límite. Se va viendo, es un cargo bien orgánico.
En Chile y en el resto del mundo ha sido un año bastante movido la verdad, ya comencé con mis labores como director asistente de la Filarmónica de Los Ángeles en proyectos importantísimos y grandes de su temporada, como esta cosa de la preparación de la Misa de Bernstein por su centenario, el proyecto en conjunto con Teatro Cinema La Canción de la Tierra. No me gusta hablar hasta que las cosas son un hecho, pero hay una alta posibilidad que lo veamos tal cual en Chile, para que el público chileno pueda ver este proyecto tan único y yo estaría en el podio, lo que me tiene inmensamente contento, con todo el apoyo del mismo Gustavo de hecho. Gustavo siempre pensó que este tenía que hacerse en Chile, y sus propias palabras eran que era un proyecto que debía hacer yo, así que tremendamente honrado con eso, y ojalá que la noticia se oficialice pronto para que la gente pueda ver este hermoso proyecto que fue de la imaginación tremenda del equipo de Teatro Cinema, en la mezcla de con esta fantástica obra de Mahler.
Pero ya en estos últimos meses, me he estado moviendo mucho por Latinoamérica. Estuve dirigiendo la Orquesta del Sodre por primera vez, un lindo concierto en el Auditorio Nacional del Sodre, me encantó la experiencia y trabajar con ellos. Después estuve tres semanas trabajando con la Filarmónica Jóven de Colombia, otra tremenda experiencia que la disfruté enormemente con un repertorio grande, la 10° de Shostakovich, dos conciertos, una obra colombiana, fantástico. Hace muy poco estuve trabajando con la Orquesta Minería, que es una orquesta excelente en México que trabaja en festivales de verano, y está compuesta por músicos de las mejores orquestas de México. Un fantástica experiencia de una invitación directa del Maestro Carlos Miguel Prieto Director titular de la Orquesta Joven de las Américas, al cual conocí el año pasado trabajando en la YOA y yo fui invitado a ser director en residencia de esa orquesta.
Inmediatamente después del Hollywood Bowl dirijo en Chile en el Municipal de Santiago, en CorpArtes y Rancagua, haremos la sinfonía N°1  de Mahler con la Orquesta Nacional Juvenil. Me encanta siempre volver a trabajar con la Juvenil, me gusta trabajar con gente joven, me gusta la energía que tienen, me gusta el espíritu, me gustan esas ganas que tienen de devorarse el repertorio con toda la energía, además coincide con que Gustavo estuvo hace muy poco trabajando con ellos y seguro que fue una experiencia tremendamente inspiradora para todos los jovenes; asi que tambien con mucha ilusión de ir.
Después estaré dirigiendo la Filarmónica de Buenos Aires por primera vez, en un ciclo que se llama “Mi primera sinfonía”, que es la primera sinfonía de cada compositor , donde me corresponde la N°1 de Sibelius  y el concierto de violín de Mendelssohn. Me mantengo en Argentina, para volver a trabajar con la Orquesta de la Sinfónica de la Universidad de Cuyo, donde repito parte del programa de la presentación en el Hollywood Bowl, que es la séptima de Dvorak, sinfonía que amo.
Regreso a Chile a trabajar con la Orquesta Sinfónica de Concepción, orquesta con la que tengo una relación bastante cercana, me encanta volver a Concepción, me gusta trabajar con ellos. El programa muy atractivo y difícil, un desafío pero rico programa con las danzas sinfónicas de West SIde Story en el centenario de Bernstein, una obra chilena “La revolución será con cumbias o no será” y finalmente “El mandarín maravilloso” de Béla Bartók, tremenda obra sinfónica. Luego una semana en Talca, donde trabajaré con la SInfónica de la Universidad de Talca, así que voy a conocer a jóvenes nuevos, encantado de trabajar con ellos. Luego viajo a Madrid a abrir la Temporada de la Orquesta Clásica Santa Cecilia, que es parte de la Fundación Excelencia, que tiene su propia temporada de música con conciertos en el auditorio nacional de Madrid, una sala espectacular. Es mi segunda vez trabajando con ellos, el año pasado y ahora fui invitado nuevamente para abrir la temporada de conciertos, lo que es un honor haciendo la sexta de Tchaikovsky como plato fuerte.
Y termino mi año en Hong Kong, estaré tres semanas allá haciendo Cascanueces. Esto es por este año, pero día a día van surgiendo nuevos desafíos y proyectos confirmados partiendo en enero.

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¿Qué rol juego a tu juicio el artista en una sociedad contemporánea, más conectada y más exigente en el ámbito de la responsabilidad social? ¿Ha cambiado este rol en los últimos años?
Yo honestamente creo que es una responsabilidad esencial, el artista es el vocero del arte y el arte es el idioma universal y más transversal por excelencia que ha estado en la cultura desde el origen de la civilización. Desde las primera pinturas en una cueva, los primeros cantos ancestrales de las tribus para conectarse con la espiritualidad, la música, el teatro, en realidad el arte siempre ha estado ahí. Siempre de alguna forma, ha tenido una connotación trascendental, tanto por lo espiritual como para decir lo que no se puede decir con palabras, el arte es nuestro lenguaje, el lenguaje de nuestra especie , y el artista es quien porta ese lenguaje.
En sociedades actuales, la ciudad es tan grande que de alguna forma estamos perdiendo nuestra capacidad de contemplación, lo cual me parece un peligro porque el madurar como sociedad, como civilización tiene que ver con un proceso de reflexión y contemplación, y eso se está perdiendo. El artista está siendo dejado de lado, como un accesorio, como un plus, siendo que es todo lo contrario. Es el momento en que el arte debiera conectarnos y hacer que todo lo que estamos haciendo tenga un sentido y una dirección.
Por eso creo que sí, es super importante conectarse con lo está ocurriendo y claramente también tiene un tema de responsabilidad social, porque hay cambios tan importantes que se pueden lograr a través del arte. Se ve la reacción de un niño ante el arte y cómo eso de alguna manera cambia su percepción con respecto a cómo tratar con el resto, a su sentido de empatía, a su sentido de colaboración, al desarrollo de su sensibilidad. En otras palabras el arte debiera ser obligación debiera estar en lo que hacemos todos los días, porque no necesariamente hacer o consumir arte nos va a volver a todos artistas, eso no es necesario, pero si tener contacto. Yo creo que es tremendamente importante, y es por eso que los artistas hoy en día juegan, y deberíamos jugar todos, un rol desde la responsabilidad de lo que se supone que hacemos y de lo que deberíamos hacer.