«Fidelio», única ópera de Beethoven, se presentará en el Theatro São Pedro desde el 18 de abril

Con Cláudio Cruz en la dirección musical y William Pereira en la dirección escénica, las funciones de Fidelio se realizarán los días 18, 20, 23, 25 y 27 de abril, con un elenco que incluye a cantantes como Eiko Senda, Eric Herrero, Andrey Mira y Licio Bruno.
La temporada lírica del Theatro São Pedro, un espacio cultural vinculado a la Secretaría de Cultura, Economía y Creatividad del Estado de São Paulo, gestionado por Santa Marcelina Cultura, comienza en abril con una programación de alto impacto: Fidelio, la única ópera compuesta por Ludwig van Beethoven (1770–1827), se presentará los días 18, 20, 23, 25 y 27 de abril.
Considerada una de las obras más significativas del repertorio lírico alemán, Fidelio se estrenó en 1805 y recibió nuevas versiones hasta 1814. La historia está basada en el libreto escrito por Joseph Sonnleithner y narra la búsqueda de la protagonista, Leonore, por rescatar a su esposo, Florestan, encarcelado injustamente por el tirano Don Pizarro. En la trama, que aborda temas como la libertad, el coraje y la resistencia política, Leonore se disfraza de hombre y adopta el nombre de Fidelio, reflejando ideales humanistas e ilustrados que eran muy importantes para Beethoven.
Las funciones contarán con la dirección del maestro Cláudio Cruz al frente de la Orquesta del Theatro São Pedro y con William Pereira en la dirección escénica. En el elenco, la soprano Eiko Senda interpretará a Leonore/Fidelio, Eric Herrero (tenor) será Florestan, Andrey Mira (bajo) interpretará a Don Fernando y Licio Bruno (bajo-barítono) dará vida a Don Pizarro.
“En Fidelio, Beethoven nos recuerda que la libertad y la justicia no son meras abstracciones; son conquistas cotidianas que requieren coraje, ética y el poder del amor como instrumento de redención”, afirma el director escénico William Pereira, destacando que la obra trasciende su época y nos confronta con temas urgentes. “¿Qué hacemos cuando el poder oprime? ¿Cómo mantener la fe en lo humano en tiempos oscuros?”
Según él, la puesta en escena traslada la acción a un espacio atemporal: una prisión política que podría estar en cualquier lugar del mundo. “Al conectar el siglo XVIII con el XXI, buscamos ampliar el alcance simbólico de este drama. El sufrimiento y la esperanza de los personajes resuenan en los conflictos contemporáneos, desde campos de refugiados hasta celdas donde la disidencia aún es castigada”, señala.
De acuerdo con Pereira, Fidelio es un ejemplo magistral del equilibrio entre música y teatro, ya que la ópera conserva la estructura del singspiel (forma de drama musical en alemán), combinando pasajes hablados con secciones musicales de profunda emotividad. Esta alternancia crea una dramaturgia única, en la que el texto potencia la música y la música, a su vez, eleva el texto a un plano casi trascendental.
“Montar Fidelio hoy no es solo revisitar un clásico; es rescatar a Beethoven como una voz que denuncia las tiranías y defiende el derecho a la libertad en un mundo constantemente amenazado por la opresión. Que esta ópera nos inspire no solo a imaginar, sino a luchar por un futuro más humano y justo. Beethoven nos da las herramientas, y está en nuestras manos escucharlo y actuar”, concluye.