Ximena Agurto, soprano: «La voz de una persona es el espejo de su alma, algo que no se puede describir con palabras, solo con hechos y emociones»
La soprano peruana, miembro de la plataforma Escena Digital y radicada hoy en Barcelona, inició en 2006 su carrera como solista en las producciones y temporadas de ópera, zarzuela y sinfónico coral en Perú. En la última década, ha girado por las grandes casas de ópera y teatros de Europa, entre los que destacan el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Auditorio Nacional de Música de Madrid y el Bolivar Hall de Londres. Reconocida con premios en concursos de canto como «Torrelavega 2010», «Jacinto Guerrero 2012» y «Mirabent Magrans 2013», Ximena hoy destaca en los roles de Lauretta (Gianni Schicchi), Musetta (La Bohème), Pamina (La flauta mágica) y Marieta (zarzuela La Dogaresa). En esta entrevista nos cuenta sus primeros acercamientos a la música e impresiones sobre la difusión de la ópera latinoamericana en el mundo.
«La soprano que ha seducido al Liceu». Así se titulaba en 2014 un matinal del canal TV3 para destacar la floreciente carrera de la soprano peruana Ximena Agurto. Ese año, Ximena se quedó con el tercer premio del concurso internacional Francisco Viñas celebrado por el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Desde que debutó en la ciudad catalana en 2011 (cantando la Misa en C de Beethoven), la carrera de Ximena ha tomado pasos agigantados.
Su pasión por la lírica, ya sea en la ópera o zarzuela, la ha llevado a girar por grandes escenarios y salas de Europa, como el Auditorio Nacional de Música de Madrid, el Palau de la Música de Valencia y la Nieuwe of Littéraire Societeit de Witte de La Haya, entre otros.
Dentro de sus roles más destacados, podemos mencionar Lauretta (Gianni Schicchi), Adina (L’elisir d’amore) o Violetta (La traviata). Sin embargo, Ximena admite que: «mi papel soñado lo estoy haciendo realidad ya en estos últimos tiempo y es la Mimi de La Bohème, me encantaría poder cantarlo en el Teatro Nacional de mi país y en el Teatro Mayor de Bogotá».
En esta entrevista exclusiva para Ópera Latinoamérica, Ximena nos cuenta sus inicios en la lírica, los que estuvieron marcados por el rol clave de una maestra de canto, y además explica cuáles son las aspiraciones que mantiene para el futuro de su carrera.
- ¿Cuál es tu primer recuerdo con la música? ¿Cómo te acercaste a ella? ¿Hubo alguna persona en especial que te mostró este mundo? ¿Recuerdas la primera vez que fuiste a un teatro?
Mi primer recuerdo es en colegio, formaba parte de coro y por primera vez me dieron un solo en una canción latinoamericana. Mi primera maestra de canto Marlene Mendoza fue la que me enseñó el mundo de la lírica, ella era soprano. No recuerdo si fue la primera vez que fu a un teatro pero la que recuerdo estaba yo en el coro nacional y participábamos en los coros de la temporada de ópera de Lima, fue el Teatro Segura hacia el año 2005.
- ¿Cómo ha influido tu cultura en la realización de tu trabajo? ¿Crees que el origen de una persona influye en las formas de hacer arte?
Siempre he pensado que la voz de una persona es el espejo de su alma, algo que no se puede describir con palabras, solo con hechos y emociones, por lo tanto entiendo que puede estar intrínseca la influencia cultural de tu lugar de origen pero podrás identificarlas en la medida que identifiques o logres transmitir con tu voz aquellas lecciones de tus padres, costumbres de vida cotidiana de mi lugar, la riqueza su historia, etcétera.
- ¿Cómo fue tu debut profesional en la escena lírica? ¿Qué obra o pieza cantaste? ¿Puedes describirme lo que recuerdes de ese momento?
Mi debut fue en el año 2006 haciendo el rol de Zerlina de la ópera Don Giovanni de Mozart, en el Teatro Segura de Lima y gracias a la confianza del gran maestro y tenor Luis Alva. Fue maravilloso disfruté muchísimo y recuerdo haber estudiado sin parar, es una ópera compleja y más para mi juventud en aquel momento.
- ¿Cuál ha sido el principal desafío en tu desarrollo profesional? ¿Cómo abordas esas dificultades o esos desafíos?
Mi principal desafío fue participar en el concurso internacional de canto Francisco Viñas donde obtuve el 3er premio oficial y tres premios extraordinarios, entre ellos el premio del público. Fue una competencia de un nivel muy alto, me presenté sin pensar ganar algún premio sólo en participar y tomarme cada etapa – audición como un super concierto cuyo único propósito era llegar al público y hacerlo feliz, así que entraba a cada prueba con la mayor tranquilidad y felicidad posible.
- ¿Tienes algún proceso creativo o de preparación para tus roles líricos? ¿Podrías describirlo?
La verdad no, toda la preparación es musical, cognitiva para entender y meterme en personaje y luego escénica. Quizá algo particular es que cuando ya estoy en el proceso de memorización, me pongo auriculares con la versión que más me guste de la obra y voy limpiando ordenando, haciendo cosas que me intenten distraer de la música para de esa forma controlar mi memoria como un reto ante todas las eventualidades que puedan suceder en el escenario.
- ¿Cuál ha sido tu papel o personaje favorito para cantar? ¿Qué es lo que más te gustó?
Creo que aquello es un proceso, antes era Adina de L’elisir d’amore, me dió grandes satisfacciones y emociones y actualmente es Mimi de La Bohème, que me llena de emociones y me proporciona un gran aprendizaje técnico e interpretativo.
- ¿Qué rol puede o debe tener el arte en los momentos que vivimos actualmente?
Un rol de compañía y sanación, en muchos casos aún nos toca hacer ciertos confinamientos o cuarentenas y la música es una fiel y enriquecedora compañía y de sanación porque esta pandemia aún no termina y hay mucha gente sufriendo sus efectos y consecuencias, el poder de la música, del arte es incalculable y milagroso.
- Ahora pensando en Latinoamérica, ¿crees que hay suficiente difusión de la ópera latinoamericana? ¿Qué se podría hacer al respecto?
Creo que ahora, con la creación de las plataformas virtuales empezáis a estar en vitrina y eso es excelente. Creo importante la aparición de revistas de crítica y noticias del mundo de la lírica a todo nivel interpretativo, donde no solo se publique de teatros grandes sino de espectáculos de menor formato para así poder ayudarlos también a crecer en imagen ya que muchas veces esos formatos, quizá menores en apariencia, llevan solistas e interpretes de primerísimo nivel.,
- ¿Cuál es tu diagnóstico con respecto a cómo el medio latinoamericano ha enfrentado los desafíos de la pandemia?
Óptimo ya que no habéis parado publicando y organizando encuentros con cantantes reconocidos, charlas, conferencias que nos ayuden a retomar el camino bajo nuevas condiciones y formatos.
- ¿Cuál es tu papel soñado? ¿En qué teatro te gustaría interpretarlo? ¿Con quién te gustaría compartir el escenario? ¿Hay alguna obra latinoamericana que te gustaría interpretar?
Mi papel soñado lo estoy haciendo realidad ya en estos últimos tiempo y es la Mimi de la Boheme, me encantaría poder cantarlo en el Teatro Nacional de mi país y en el Teatro Mayor de Bogotá, una ciudad que me trae grandes recuerdos.
- Si tuvieras que elegir cinco compositores, obras, artistas o discos para vivir en una isla desierta, ¿cuáles serían?
Ravel, Sondra Radvanosky, Franco Corelli, Concierto para piano de Schumann y Eduardo Javier.