Entre la ópera y el cine mudo: Vuelve al Teatro Real La flauta mágica, en una producción de Barrie Kosky
Se ofrecerán 13 funciones entre el 19 de enero y el 24 de febrero, en una producción del director de escena Barrie Kosky, junto a Ivor Bolton en la dirección musical. La producción, inspirada en el cine mudo de los años 20 y en referentes del comic y el pop art, carece de decorados y en ella los cantantes interactúan con las proyecciones de una ingeniosa película de animación.
El Teatro Real comenzará el nuevo año con la reposición de la deslumbrante producción de La flauta mágica, de Wolfgang Amadeus Mozart, concebida por Suzanne Andrade, Paul Barritt y Barrie Kosky, presentada con gran éxito en su escenario en enero de 2016.
En esta ocasión se ofrecerán 13 funciones, entre el 19 de enero y el 24 de febrero, nuevamente con el director musical de Teatro Real, Ivor Bolton, al frente de un doble reparto, del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y de los Pequeños cantores de la JORCAM.
La creativa y trepidante puesta en escena del director australiano Barrie Kosky, estrenada en la Ópera Cómica de Berlín en 2012, devuelve a La flauta mágica su carácter de alegoría moral para todos los públicos, pero con múltiples capas interpretativas ─del cuento infantil a la reflexión filosófica─, referencias estéticas ─del cine surrealista al comic─, y guiños cómplices al espectador.
La producción carece de decorados y en ella los cantantes interactúan ─con muy escasa movilidad y un meticuloso y preciso trabajo actoral─, con las proyecciones de una película de animación llena de ritmo, humor e imaginación. En las partes habladas de la ópera ─en realidad un singspiel, que mezcla texto hablado y cantado─ los diálogos aparecen proyectados en cartelas y acompañados al pianoforte por Ashok Gupta, que interpretará fragmentos de la Fantasía en Do menor de Mozart.
Un doble reparto se alternará en las representaciones dando vida a los personajes principales ─Andrea Mastroni y Rafal Siwek (Sarastro/Orador), Stanislas de Barbeyrac y Paul Appleby (Tamino), Albina Shagimuratova, Aleksandra Olczyk y Rocío Pérez (La Reina de la Noche), Anett Fritsch y Olga Peretyatko (Pamina), Ruth Rosique (Papagena), Andreas Wolf y Joan Martín-Royo (Papageno) y Mikeldi Atxalandabaso (Monostatos), que estarán secundados por las tres damas de Elena Copons, Gemma Coma-Alabert, Marie-Luise Dreßen y los dos hombres con armadura interpretados por Antonio Lozano y Felipe Bou.
En el foso estará el director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, gran experto en la obra de Mozart y titular entre 2004 y 2014 de Orquesta del Mozarteum de Salzburgo, donde ha dedicado más de 10 años a la interpretación del repertorio clásico en la cuna del compositor.
Bolton volverá a dirigir al Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, en uno de los títulos operísticos más populares, que se presentará por cuarta vez en el reinaugurado Teatro Real después de haberlo hecho en enero de 2001 (Frans Brüggen / Marco Arturo Marelli), julio de 2005 (Marc Minkowski / La Fura dels Baus) y enero de 2016, con esta misma producción.
El éxito de esta propuesta escénica y dramatúrgica radica en su enorme facilidad para comunicar con el público, su humor, su derroche de creatividad y la complicidad con el espectador a través de un universo visual en el que los personajes mozartianos de hace dos siglos llegan al público convertidos con naturalidad en referentes tan cercanos para nosotros como un galán tipo Rodolfo Valentino (Tamino), una seductora pizpireta como Louise Brooks (Pamina), un malvado como el terrible Nosferatu (Monostatos), o un hilarante, torpe e ingenuo Buster Keaton (Papageno)…
La ausencia de un decorado tradicional, con una ‘escenografía virtual’ reducida a la presencia de una pantalla en el escenario, obliga a los cantantes a actuar con una enorme concentración, talento actoral y movimientos sincronizados, que deben tener la frescura del gag y una precisión de relojería en su coordinación con la proyección de los dibujos.
Coincidiendo con las funciones de La flauta mágica se ha organizado una serie de actividades paralelas relacionadas con la ópera de Mozart y el cine mudo de los años 20 que inspiró la dramaturgia y propuesta escénica de la producción que se verá en su escenario.
Las funciones de La flauta mágica están patrocinadas por la Fundación BBVA como parte de su programa de Música, que se concibe como un recorrido completo por las distintas formas en que la sociedad puede beneficiarse y disfrutar de esta manifestación artística.