El trabajo en red, el constante espíritu de innovación y la urgente necesidad de diversificar las fuentes de financiamiento son solo algunos de los lineamientos trabajados en el último encuentro con teatros y profesionales de las artes líricas de Latinoamérica y España. Celebrado entre el 29 de junio y 2 de julio, esta segunda edición contó con una gran convocatoria de asistentes para dejarnos un mensaje de resiliencia, apoyo y fortalecimiento de nuestro tejido iberoamericano de teatros.

El arte y la cultura son entidades resilientes. A más de un año del inicio de la pandemia que obligó a cerrar los escenarios y distanciarnos de los espectáculos, nos hemos visto obligados a realizar un balance de la situación actual y plantearnos desafíos para el futuro. La energía, voluntad y capacidad de adaptación nos ha enseñado, también, a volver a levantarnos. 

Entre el 29 de junio y 2 de julio, Ópera Latinoamérica y la organización española Ópera XXI realizaron en conjunto el 2° Encuentro Iberoamericano de Teatros. La instancia tuvo una inédita participación; 45 teatros de 11 países de la región iberoamericana y más de 250 profesionales de las artes líricas.

La reunión – realizada de manera virtual – sirvió para compartir los aprendizajes que surgieron durante este desafiante periodo de nuestra historia. La consolidación de una sociedad altamente digitalizada supone importantes retos para el desarrollo de públicos en torno a la escena lírica iberoamericana. 

Nuevos paradigmas, nuevas visiones

El consumo cultural a distancia – en reemplazo del goce inmanente de estar sumergido en un teatro – y el mantenimiento de la fidelidad de los públicos a través de las redes digitales y el streaming son solo algunos factores que se debieron abordar. Sin embargo, también significaron una oportunidad. 

Si lo miramos desde este ángulo, no es de extrañar que las instituciones ligadas a las artes líricas tomaron esta coyuntura para adaptarse, levantar experiencias y proponer soluciones luego de más de 17 meses de pandemia. Según Alejandra Martí, directora ejecutiva de Ópera Latinoamérica, “gracias a la tecnología y la acelerada conectividad digital, la capacidad de generar redes de trabajo se amplificó y la relación entre Latinoamérica y España cobró un nuevo sentido”.

En nuestra reunión con teatros y profesionales iberoamericanos podemos destacar algunas de estas lecciones que los tiempos de crisis nos motivaron a encontrar. La digitalización en modelos híbridos de gestión permitió descubrir nuevas rutas para mejorar el trabajo en la red de teatros. 

El horizonte de innovación constante no se redujo a solamente adoptar nuevas tecnologías y métodos de trabajo. También significó fortalecer el trabajo en equipo de manera horizontal y explorar nuevas formas de relación entre teatros y territorios. En esta misma línea, el contacto directo entre los artistas y el público se vuelve un aspecto fundamental para, entre otras cosas, mantener la fidelización con las audiencias del arte lírico.

La segunda edición de este encuentro iberoamericano también tuvo otras novedades. Incluimos una nueva versión del Foro Técnico, en el que se compartieron métodos de trabajo en disciplinas escénicas tan diversas como la caracterización, utilería, regiduría, escultura, iluminación, y audio y vídeo.

En esta ocasión, además, tuvimos la oportunidad de realizar el primer Comité de fundraising. Con la necesidad imperante de diversificar las fuentes de ingresos, esta reunión tuvo como objetivo colaborar y conversar estrategias de captación de fondos públicos y privados. 

En esta primera reunión contamos con dos exposiciones realizadas por Helena Roca, Directora de Patrocinio, Mecenazgo y Eventos del Gran Teatre del Liceu, y Marisa Vazquez-Shelly, Directora de Mecenazgo Privado del Teatro Real de Madrid. El comité se  reunirá periódicamente para compartir experiencias y escuchar exposiciones de expertos en el área.

Los espacios de intercambio, aprendizaje y conexiones generados en el 2° Encuentro Iberoamericano de Teatros fortalecen el ecosistema cultural de nuestra región. No solo porque se robustece el trabajo colaborativo y en red, sino que también porque permite aunar un plan de trabajo que se proyecta para los próximos años.

Hoy estamos frente a numerosas señales de recuperación. Diferentes teatros han vuelto a reactivar sus actividades y espectáculos de forma presencial, entregándonos la emoción y el empuje necesario para volver a disfrutar de la belleza artística. Es la emotividad que transmite la resiliencia de este maravilloso arte.