En esta nueva columna para la revista Ópera Actual, Alejandra Martí, directora ejecutiva de Ópera Latinoamérica aborda las fructíferas iniciativas de colaboración que han surgido entre teatros, compañías y festivales de Latinoamérica y España; desde la programación de títulos como Domitila, del compositor brasileño João Guilherme Ripper en el Teatro de la Zarzuela durante 2024, una residencia artística en el Festival Castell de Peralada, la importación de programas de creación artística como Òh!Pera del Gran Teatre del Liceu, hasta alianzas con organizaciones como Ópera XXI para profundizar las relaciones de cooperación artística.

Por Alejandra Martí

Es comienzos de agosto de 2024 y quedan pocos días para el estreno de Don Juan no existe (Cánovas), la ópera pocket del Festival Castell de Peralada. Fernanda Videla, jefa escénica del Teatro Biobío (Chile), observa los ensayos y montajes, visita los talleres de realización y comparte con el equipo artístico, absorbiendo los detalles de esta nueva creación. Ella fue la primera latinoamericana en vivir una residencia de producción en el festival catalán, una iniciativa que fue fruto de casi una década de compromiso de cooperación entre los teatros de Latinoamérica y España.

En 2015 se sumaron a Ópera Latinoamérica (OLA) tres teatros hispanos, ampliando así el espacio de colaboración de nuestra red. Progresivamente se fueron sumando otras instituciones –actualmente son siete– y, en 2019, se celebró una alianza con Ópera XXI (OXXI) que buscaba seguir profundizando la cooperación, a partir los tantos atributos culturales que nos unen.

La pandemia trajo los primeros resultados, pues los integrantes de ambas asociaciones compartieron protocolos para enfrentar el COVID y producciones audiovisuales para mantener a los teatros conectados con sus públicos. Y más allá de la crisis sanitaria, se han compartido manuales de seguridad o de manejo de infraestructura, estudios, know-how respecto de importación y exportación de producciones, entre otras prácticas.

En 2021, se realizó el primer foro presencial de teatros iberoamericanos con sede en el Gran Teatre del Liceu, que cerró con la Declaración de Barcelona, que acordaba objetivos concretos de colaboración, por ejemplo, potenciar la nueva creación y la producción en nuevos formatos. Así nació la citada pasantía de Peralada y también la primera experiencia de internacionalización del programa Oh!pera del Liceu, que en noviembre, bajo la guía de Àlex Ollé, permitirá estrenar Hijas del mundo (Márquez), en una versión con diseño escénico e intérpretes del sur de Chile.

En 2023, la 16ª Conferencia Anual de OLA en Manaos, Brasil propició que el Teatro de La Zarzuela programara dos títulos latinoamericanos: Domitila (Ripper), en coproducción con la Fundación March –que fue parte del encuentro en Manaos– y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo (Colombia), y Patagonia (Errázuriz), coproducción del Teatro del Lago y Teatro Biobío (Chile). En el campo de las coproducciones transatlánticas, en 2025 el Auditorio de Tenerife estrenará Yerma (Villalobos) en coproducción con el Festival Amazonas de Ópera (Brasil=.

Este noviembre, el encuentro de OLA se celebrará en Santiago de Chile, su ciudad fundacional. Con el Teatro Municipal de Santiago como sede, la temática será “Teatros y desarrollo sostenible: articulación, innovación y liderazgo”, en una nueva oportunidad de continuar esta cadena de virtuosa de relaciones que han desarrollado Latinoamérica y España.

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