Con una puesta en escena que mantiene un perfecto equilibrio entre lo “clásico y rompedor” el director de escena Paco Azorín regresa al Gran Teatre del Liceu, y el maestro John Fiore debuta en el Teatro dirigiendo la Orquesta Sinfónica del Liceu, que se acompañará del Coro del Liceu y el conjunto VEUS – Cor Infantil Amics de la Unió

Una de las óperas italianas más célebres, Tosca de Giacomo Puccini, regresa del 9 al 28 de junio al Gran Teatre del Liceu con la producción de Paco Azorín que deleitó al público la temporada 2013/14. Una imponente puesta en escena, fiel al original, que contará con la batuta de John Fiore y las magníficas voces de las sopranos Liudmyla Monastyrska y Tatiana Serjan como Tosca, los tenores Jonathan Tetelman y Roberto Aronica en el rol de Mario Cavaradossi, y los barítonos Erwin Schrott y Lucio Gallo como Barón Scarpia.

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Precisamente las voces cobran gran parte del protagonismo en esta producción que Azorín proyectó: “Yo no opto por proporcionar una monumentalidad épica, sino por ceder protagonismo a los cantantes, acercándolos siempre al público”. Una puesta en escena de la que se ha dicho que mantiene un perfecto equilibrio entre lo “clásico y rompedor” (Javier Blánquez, El Mundo) o que “destaca por su atrevimiento y complejidad conceptual” (Fernando Sans Rivière, La Razón).

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El actual director de la Ópera y el Ballet Nacional de Noruega, John Fiore, dirige por primera vez en el Liceu un título que ha pasado a la posteridad por ser una de las óperas más representadas en el mundo y por momentos musicales memorables como el aria del segundo acto “Vissi d’arte”, donde Tosca canta desesperada a raíz del chantaje sexual del Barón, o como el aria para tenor “E lucevan le stelle”, donde Cavaradossi asume su fatídico destino.   

© A. Bofill

Tosca nos sitúa en la Roma del año 1800, en pleno caos político. El republicano Cesare Angelotti huye de la prisión para refugiarse en la basílica de Sant’Andrea della Valle, donde el artista Mario Cavaradossi la ayuda a esconderse. El Barón Scarpia, jefe de policía, sospecha que Mario ha ayudado en la fuga de Angelotti y convence a Floria Tosca, a quien quiere secretamente, de que su amado Mario la ha traicionado. Cuando ella va a su encuentro, Scarpia la persigue, captura al pintor y lo condena a morir. Solo si Tosca accede a los reclamos sexuales del barón, Mario podrá salvarse. Aun así, el destino de los dos amados será fatídico. Ni Cavaradossi podrá evitar el fusilamiento, ni ella la tristeza y su consecuente suicidio.   

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Tosca es un melodramma en tres actos y libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa que se estrenó el 14 de enero de 1900 en el Teatro Costanzi de Roma. A Barcelona llegaría dos años más tarde, el 30 de marzo de 1902. La última vez que se hizo en el Liceu fue el 25 de marzo de 2014, donde se ha representado 176 veces.
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Éxito del Liceu under 35
En tan solo 30 minutos el Gran Teatre del Liceu agotó las más de 1.800 entradas para la segunda edición del ‘Liceu under 35’, el proyecto dirigido exclusivamente a jóvenes menores de 35 años, que asistirán el 8 de junio al preestreno del espectáculo Tosca de Giacomo Puccini a un precio único de 15 euros. Será una experiencia musical integral que después de la función celebrará una fiesta post-ópera con sesión de DJ y zona de food stands. Esta iniciativa se suma a la nueva política de precios del Liceu para atraer al público joven, que permite a los menores de 35 años asistir a cualquier título de la temporada por tan solo 30 euros y que en su arranque con la ópera Les pêcheurs de perles ha vendido cerca de 300 entradas.
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Los socios de mérito en el taller de Cavaradossi
Del 9 al 28 de junio el Balcón Foyer albergará la exposición en torno a Tosca, donde los asistentes a las funciones podrán visitar el “taller de Cavaradossi” antes del inicio y durante el entreacto. Por una vez será el artista y no el tema de la ópera el eje de la muestra. En este caso, Mario Cavaradossi, pintor revolucionario, idealista y amante de la cantante Floria Tosca, uno de los protagonistas de esta magnífica ópera de Puccini. Será a través de una escogida selección de pinturas de algunos de los llamados Socios de Mérito del Reial Cercle Artístic de Barcelona.