Del 12 al 29 de enero regresa al escenario del Liceu luego de casi 6 años una de las ópera más preciadas del verismo italiano, Madama Butterfly, bajo la batuta del maestro Giampaolo Bisanti y con la reposición de Gilles Rico, junto a tres renombradas sopranos que se alternarán el papel de Cio-Cio San.

Vuelve al Gran Teatre del Liceu la exitosa producción de Moshe Leiser y Patrice Caurier sobre una de las óperas más preciadas del verismo italiano. La producción del Liceu y la Royal Opera House – Covent Garden ya se convitrió en un éxito en 2006 y en 2013 y ahora regresa bajo la batuta del maestro Giampaolo Bisanti y con la reposición de Gilles Rico. Tres sopranos de renombre internacional se alternarán en el papel protagonista. Por un lado la aclamada soprano armenia Lianna Haroutounian, que acaba de triunfar con el mismo rol en la Wiener Staatsoper y que debuta en el Liceu, y por otro, el estreno de Ainhoa Arteta en el rol de Cio-Cio San el próximo 20 de enero. La soprano italiana Maria Teresa Leva también debutará el rol de Cio-Cio-San en el Liceu, donde cantará por primera vez, en sustitución de Ainhoa ​​Arteta que ha tenido que cancelar las funciones del día 13 y 16 de enero por una laringitis. Dos grandes tenores como Jorge de León, que acaba de cantar el mismo rol también en la Wiener Staatsoper, y Rame Lahaj, que viene de protagonizar La bohème en el Bolshoi Theater de Moscú y que también debuta en el Liceu, encarnarán al teniente norteamericano Pinkerton que acaba rompiendo el corazón de la geisha.

El drama de Cio-Cio San sigue siendo uno de los preferidos del público operístico. Madama Butterfly nos explica una historia de amor incondicional protagonizada por una joven geisha de Nagasaki que, después de casarse con el teniente norteamericano Pinkerton y ser repudiada por su propia familia, es abandonada también por su marido. Cuando el oficial regresa casado con otra mujer occidental, reclama al hijo que Cio-Cio San ha tenido en su ausencia, hecho que acabará por romper el corazón de la protagonista y conducirla al suicidio.

Después del éxito logrado en sus dos anteriores visitas al Liceu, esta reposición vuelve con una propuesta teatral que destaca por la elegancia y la sencillez típicas de la estética japonesa. Un minimalismo inspirado en los espacios escénicos centenarios del teatro nipón que permiten ceder el centro de la puesta en escena a la tragedia de Butterfly. El vestuario de Agostino Cavalca y la iluminación de Christophe Forey trabajan en consonancia para dotar a este montaje de un espacio poético lleno de belleza y pequeños detalles.

Giacomo Puccini es probablemente uno de los compositores más populares de la historia, un gran músico que sabía cómo conmover al espectador. Madama Butterfly tiene muchos momentos en los que se da buena muestra de ello, como el maravilloso dúo entre Pinkerton y Cio-Cio San durante su noche de bodas “Vine la sera”, o el legendario coro a boca cerrada, que potencia la agónica espera de la geisha por su amado. Es precisamente en esta larga espera cuando la soprano entona el aria más emblemática de la ópera de Puccini, “Un bel di vendremo”.

Aunque hoy sea una de sus óperas más populares y representadas en el mundo, Puccini vivió uno de los fracasos más estrepitosos de su vida cuando Madama Butterfly se estrenó en La Scala de Milán el 17 de febrero de 1904. Las revisiones que hizo el compositor italiano posteriormente la convirtieron en una de las óperas más reconocidas del repertorio (en su versión final de 1907). Curiosamente, en Barcelona Madama Butterfly se estrenó no en el Liceu sino en el Teatre del Bosc (en Gràcia) el 2 de agosto de 1907. Las primeras funciones en el Liceu tuvieron lugar el 10 de diciembre de 1909 y su última fue el 29 de julio de 2013. En el coliseo de La Rambla se ha representado un total de 178 veces.

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