«La forza del destino» vuelve al Liceu con la producción de Jean-Claude Auvray

«La forza del destino» vuelve al Liceu con la producción de Jean-Claude Auvray

Nicola Luisotti dirige la Orquesta del Liceu y las excepcionales voces de Anna Pirozzi y Saioa Hernández (Donna Leonora), Brian Jagde y Francesco Pio Galasso (Don Alvaro), y Artur Ruciński y Amartuvshin Enkhbat (Don Carlo di Vargas), entre otros. La producción de Jean-Claude Auvray para La forza del destino destaca por una escenografía austera y simbólica que refuerza los temas centrales de la ópera —la obsesión con la muerte, la fatalidad inevitable— y que, al mismo tiempo, concede espacio a los cantantes para que puedan dar lo mejor de sus voces y brillar en los pasajes más exaltados de la partitura.

 

La forza del destino de Verdi vuelve al Liceu con la dirección de Nicola Luisotti y la producción de Jean-Claude Auvray, estrenada en el teatro durante la temporada 2012-2013. Esta ópera, inspirada en el drama Don Álvaro, o la fuerza del sino del Duque de Rivas, puede verse en el Gran Teatre del Liceu del 9 al 19 de noviembre, con un total de 8 funciones. Situada entre Sevilla e Italia, la obra explora pasiones violentas y un destino inexorable, que Auvray presenta con una escenografía minimalista y una ambientación histórica, permitiendo que los intérpretes brillen en una auténtica apoteosis verdiana.

 

Foto: Toni Bofill.

 

Argumento

 

La forza del destino trata sobre un rico indiano, Don Álvaro, que planea una fuga con una dama noble de Sevilla, Leonora, única hija del Marqués de Calatrava. Cuando están a punto de huir, el padre les sorprende y ordena arrestar a Don Álvaro: éste se entrega, pero con la mala suerte de que la pistola que tiene en la mano se dispara accidentalmente y mata al Marqués. A partir de ese momento, los dos amantes vivirán separados: Don Álvaro se irá a la guerra —buscando morir, la única salida para su dolor— y Leonora ingresará en un convento. Mientras, Don Carlo, el hijo del Marqués y hermano de Leonora, los buscará a ambos para cumplir con el último deseo de su padre: vengarse. Después de años de búsqueda, finalmente encontrará a Don Álvaro en Italia y le perseguirá hasta Sevilla. En su duelo final, Don Álvaro le matará, pero Don Carlo aún tendrá tiempo de apuñalar a su hermana cuando ella va a ayudarle.

 

En la primera versión de la ópera, como en el drama del Duque de Rivas, Don Álvaro también muere al final. Pero en la revisión de 1869, Verdi introdujo dos cambios importantes: escribió una apertura magnífica y salvó la vida del protagonista al final, perdonado por Dios, pero condenado a vivir con otro destino, el de la soledad y la culpa. Dos cambios que mejoraron el resultado y que han hecho de este drama uno de los más queridos y maduros de Verdi.

 

Foto: Toni Bofill.

 

Producción

 

El director de escena francés Jean-Claude Auvray presenta una versión de La forza del destino marcada por la claridad y sencillez, en sintonía con la esencia teatral y musical que Verdi quiso transmitir a la obra. Estrenada en 2011 en la Opéra de París y coproducida con el Gran Teatre del Liceu —donde se programó durante la temporada 2012-2013— esta producción se ha consolidado como una de las más valoradas a nivel internacional por su fidelidad al melodrama de Verdi, resaltando tanto la fuerza dramática como la dimensión musical.

 

Auvray adapta la historia a la época de las guerras de unificación de Italia, un siglo más tarde del original, y crea una atmósfera trágica y oscura a través de escenografías y vestuarios que reflejan el ambiente turbulento del momento. La producción pone un énfasis poético en los ambientes y hace uso de simbolismos como las telas, que evocan el destino ineludible de los personajes, así como la presencia de un Jesucristo en la cruz que marca los momentos culminantes de la trama.

 

Con la iluminación de Laurent Castaing, que aporta un tono sombrío y enigmático, se crea un espacio escénico ideal para destacar a los intérpretes, sin elementos innecesarios, potenciando así la tensión emocional de la obra. Esta puesta en escena se ha convertido en la versión de referencia de La forza del destino a nivel mundial en la última década, una propuesta que refleja plenamente el ideal de Verdi: un teatro al servicio de la música y de las pasiones humanas.

 

Foto: Toni Bofill.

 

La música

 

En 1860, la corte rusa encargó a Verdi una nueva ópera. Tras varios meses de retrasos, éste finalmente se decidió por el tema de Don Álvaro, héroe trágico del romanticismo español condenado a no encontrar nunca ni la paz ni el amor. Verdi compuso una de sus óperas más completas —mezcla de drama y comedia, con números líricos de gran belleza y un grandioso efecto, en el que teatro y música funcionan al mismo nivel—, y la mejoró en la versión definitiva, revisada para su estreno en Milán en 1869. Hoy en día, se encuentra entre las mejores y más destacadas piezas de su repertorio.

 

El maestro Nicola Luisotti, reconocido experto verdiano, vuelve a subir al podio del Liceu para dirigir la orquesta en esta producción de La forza del destino, con su maestría habitual para extraer el máximo rendimiento de la orquesta y hacer brillar la magnificencia orquestal que requiere esta obra. La forza del destino exige una gran técnica y precisión a sus intérpretes, puesto que el énfasis recae no tanto en la línea melódica como en la conexión precisa entre las notas y el significado de las palabras. Verdi concibió cada frase musical para acompañar y amplificar los sentimientos —odio, amor, arrepentimiento, sed de venganza—, por lo que el reparto incluye a cantantes líricos y dramáticos de primer nivel, capaces de elevar estas emociones a su máxima expresión.

 

En el papel de Leonora, el público del Liceu podrá disfrutar de dos destacadas sopranos lírico-dramáticas: Anna Pirozzi y Saioa Hernández. Don Carlo di Vargas, un papel emblemático de antagonista verdiano, recae en los barítonos Artur Ruciński y Amartüvshin Enkhbat. El rol de Don Álvaro es interpretado por los tenores Brian Jagde y Francesco Pio Galasso, mientras que John Relyea Giacomo Prestia dan vida al Padre Guardiano, un personaje de bajo profundo. El barítono Alejandro López es el Marqués de Calatrava.

 

Pese al tono dramático de la ópera, La forza del destino también incluye a personajes cómicos como la gitana Preziosilla —interpretada por las mezzosopranos Caterina Piva y Szilvia Vörös— y Fra Melitone, a cargo de Pietro Spagnoli y Luis Cansino. Asimismo, el coro juega un papel esencial en la ópera, con intervenciones impactantes en escenas colectivas, como las festivas escenas de taberna del segundo acto y el campo de batalla del tercero, redondeando el impacto global de esta gran obra de Verdi.

 

Foto: Toni Bofill.