Inaugurado en 1891, el Teatro del Libertador de Córdoba se construyó con el objetivo de otorgarle a la ciudad su propia sala cultural estable. Recientemente, recuperó su antiguo esplendor luego de una remodelación y puesta en valor de su arquitectura y tradición. El director general de la institución, Hadrian Ávila, adelanta que “ahora es el momento de poner en valor lo artístico y de afianzarnos realmente como un teatro de producción propia, tanto en ópera como en ballet”.

Ópera Latinoamérica (OLA) se enorgullece en darle la bienvenida al Teatro del Libertador General San Martín de Córdoba a su red. Este es el cuarto teatro argentino en unirse a la organización, en la cual también participan el Teatro Colón de Buenos Aires, el Teatro del Bicentenario de San Juan y el Teatro Tronador de Mar del Plata.

“Creemos que integrarnos a Ópera Latinoamérica una oportunidad de desarrollo para nuestra institución, que por sus características es un teatro lírico. He podido conocer el trabajo realizado por OLA y estoy seguro de que a través de esta red podremos crecer y compartir experiencias, acceder a talleres y capacitaciones para nuestro personal técnico, artístico y de gestión, trabajar proyectos en conjunto y participar en el trazado del futuro de la ópera en nuestra región”, señala Hadrian Ávila director general del Teatro del Libertador.

Emplazado en pleno centro de Córdoba, en la Avenida Vélez Sarsfield o “Calle Ancha” y a cuadras de la plaza San Martín, el teatro es parte del patrimonio cordobés. Su construcción se enmarca en la etapa de progreso económico y social e intenciones modernizadoras en la sociedad latinoamericana durante fines del siglo XIX y principios del XX. El teatro fue diseñado por el arquitecto italiano Francesco Tamburini -quien ya residía en Argentina para ese entonces- y construido entre 1887 y 1891.

El Teatro del Libertador fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1991 y es considerado como el segundo más importante de Argentina debido a su arquitectura e historia.

En diciembre de 2018, el teatro entró en remodelación y puesta en valor, con el objetivo de rescatar el antiguo esplendor de su arquitectura neomanierista y convertirse en la sede del Congreso Internacional de la Lengua Española en 2019.

Hoy, el teatro alberga a los cuerpos estables de música, canto y danza de la provincia de Córdoba, con presentaciones regulares de sus compañías, conciertos gratuitos y espectáculos abiertos a todo público.

Para Hadrian Ávila, el futuro de la ópera en Latinoamérica dependerá de la capacidad que tengan los teatros de “trabajar colaborativamente” y de “mantener viva la ópera en la sociedad actual”. Agrega que, “sin perder la esencia, hay que saber transmitir su mensaje a la niñez y a la juventud, generar propuestas creativas con una fuerte impronta educativa. También hay que procurar que las distintas disciplinas que participan en la realización y producción de una ópera puedan transmitirse a nuevas generaciones que podrían interesarse en trabajar estos oficios. Hay que generar escuela para poder permanecer”.