Anna Patricia Lopes: «Creo que las mujeres siempre han estado en los teatros en la invisibilidad»
Durante el mes de la mujer, OLA entrevistó a Anna Patricia Lopes, coordinadora de producción en Theatro São Pedro, con el fin de visibilizar el trabajo de las mujeres en los teatros miembros de la Red. Anna es licenciada en comunicación social con especialidad en audiovisual y en gestión cultural. Cuenta con 15 años de experiencia trabajando en organizaciones culturales como Fundação Padre Anchieta, Fundação OSESP y Santa Marcelina Cultura, y ha participado en diversas producciones de conciertos musicales y óperas, como La Boheme, dirigida por Arnaud Bernard; Carmen, bajo la dirección escénica de Filippo Tonon; Tosca, dirigida por el reconocido Stefano Poda, entre otras.
Aquí nos cuenta sobre los desafíos y dificultades de ser mujer en el mundo de las artes escénicas.
“Creo que las mujeres siempre han estado en los teatros, en la invisibilidad. El camino hacia la visibilidad de nuestras obras está en construcción hasta el día de hoy. El camino es largo, pero la discusión de género en el mercado es fundamental para esta apertura,” comenta.
¿Cuales son las dificultades y desafíos de tu cargo?
El mayor desafío en mi puesto es ganarme la confianza de todos los involucrados en la producción de un espectáculo, para que todos los equipos trabajen en armonía dando no solo un resultado de calidad, sino que también tengan un proceso rico, productivo, funcional y de vinculación entre ellos.
¿Sientes que por ser mujer te ha sido más desafiante?
No tengo dudas. Las mujeres en puestos de liderazgo como el mío, o en cualquier otro puesto, pasan por muchas limitaciones, desconfianza, preguntas, que no puedo imaginar que le ocurran a un hombre blanco. La seguridad y la confianza en mi propio trabajo me mantuvieron despierta para seguir luchando y para que todos confíen en mí tanto como yo.
¿Cuál es el aporte de las mujeres en el rubro de las artes escénicas?
Son innumerables los aportes, aún con todas las dificultades de acceso, pero la más significativa es la crítica a la mirada masculina en las producciones, ejecuciones, enriqueciendo así los procesos de trabajo.